Crema de calabaza reconfortante!

Ya empieza a notarse el tiempo más fresco, los días más cortos, algún chaparrón que otro, la gente más abrigada y a oírse más estornudos!! No puedo evitar contener la respiración unos segundos cuando alguien estornuda cerca de mí (les tengo fobia!!) y empiezo a imaginar la de gérmenes y patógenos que salen a propulsión deseando invadirnos (sí, soy un poco neurótica con este tema jeje).

Es por ello que les traigo una crema para fortalecer nuestro organismo y, en el caso que alguno ya esté malito, le reconfortará hasta el alma!

1 buen trozo de calabaza.

1 papa pequeña.

1 trocito de jengibre fresco (unos 2cm).

1 cebolla blanca o 1 puerro fino.

4 cucharadas de leche de coco (opcional, pero muy recomendado para aportar cremosidad y textura sedosa).

2 cucharadas de aceite de oliva.

1/2 cucharada de cúrcuma en polvo.

1/4 cucharadita de pimienta negra.

Sal al gusto.

Alguna hierbita aromática para decorar (en este caso usé cilantro, que también le aportó sutilmente su aroma).

Pelamos la calabaza, la papa y el trocito de jengibre.

Picamos en trozos finos la calabaza y la papa y reservamos.

Rallamos el jengibre fresco y reservamos también.

Cortamos en tiras finas la cebolla o puerro y pochamos con el aceite de oliva y una pizca de sal a fuego medio.

Cuando esté medio transparente agregamos la papa, removemos y al par de minutos echamos la calabaza, el jengibre rallado, la cúrcuma y la pimienta, y rehogamos bien todo, durante 5 minutos. Removemos de vez en cuando para que no se nos pegue.

Agregamos agua hasta cubrir (si te gusta más tipo sopa, pon un dedo más de agua), subimos el fuego y tapamos para que hierva.

Cuando llegue a ebullición, retiramos la tapa y vamos moviendo de vez cuando hasta que, al comprobar con un tenedor, la calabaza y la papa estén hechas.

Retiramos del fuego (bájalo mucho pero no lo apagues, que lo vamos a necesitar de nuevo, y así no gastas tanta electricidad ya que lo que más consume es encender la vitro!) y lo batimos bien o lo pasamos por el pasapuré.

Ponemos de nuevo en el fuego y añadimos la leche de coco, mezclamos bien y cocinamos unos 10 minutos más a fuego medio-bajo.

Rectificamos de sal y servimos en unos cuencos con una ramita de cilantro, perejil, o lo que tengas a mano!

Para los más osados y amantes del toque picante, les recomiendo añadir 1/4 de cucharadita de cayena molida, ya que la capsicina que contiene, es muy buena para el sistema respiratorio!

Espero que te guste!

Cocinando un mundo mejor,

Julia.